El artículo de hoy va dedicado al juego de las estrategias de comunicación publicitaria que ha llegado a generar la política de traducción de un estado como el francés donde dos marcas automovilísticas, Opel y Renault, están echando un buen pulso para traducir en pantalla su particular visión de la calidad. En traducción publicitaria las empresas y multinacionales tratan de suprimir todo lo que pueda oponerse a la difusión internacional de sus productos y procesos (internacionalizar), para después empezar a considerar las particularidades irreductibles del territorio cultural (localizar) donde se quieren implantar: «Think global, Act local». De ahí que la traducción publicitaria de un mismo producto pueda cambiar totalmente de un país a otro.